Escrito en SONORA el
En la comunidad indígena de la tribu Yaqui de Vícam, Sonora, muchos sueños han quedado en el olvido debido a la histórica falta de oportunidades. Los caminos de terracería y la grandes hectáreas del valle, han sido testigo a lo largo de los años de la carencia y rezago en materia de educación.
Hoy, con la “Universidad del Pueblo Yaqui”, Tania Álvarez sueña en poder coadyuvar al desarrollo de su comunidad y aportar su granito de arena para que niños y niñas dejen de ser parte de las cifras de analfabetismo o abandono escolar.
Desde hace más de un año, se inscribió en la Licenciatura en Educación que imparten en dicha institución y paso a paso forja su futuro como educadora.
“Me ha motivado mucho la deserción escolar que hay en el pueblo Yaqui, pues me gustaría apoyar un poco a la comunidad”.
Apenas van dos generaciones de estudiantes universitarios, pero Tania confía en que con el paso de los años, habrá más docentes que dominen la lengua Yaqui y puedan enseñar a los más desfavorecidos.
“Es lo que ocupa el pueblo Yaqui, ocupa docentes bilingües”.
Ella es una de las 356 estudiantes que tiene la universidad. Allí comparte aula de clases con Karen López, otra alumna de la Licenciatura en Educación, que espera ejercer en la misma comunidad que la ha visto crecer.
“Ha sido muy buena la experiencia, pienso buscar trabajo aquí en el pueblo Yaqui”.
Pero el futuro es prometedor para otros rubros, pues además de Educación, se imparte la Licenciatura en Derecho, en Salud Comunitaria y la Ingeniería en Procesos de Producción. En esta última, está inscrito Juan Antonio León, un futuro ingeniero del pueblo Yaqui.
“Hay más trabajo de eso aquí en la comunidad”.
En palabras de la presidenta municipal de Guaymas, Karla Córdova González, la Universidad ha dado un giro en la dinámica escolar del poblado de Vícam.
“La Universidad es uno de los componentes del Plan de Justicia Yaqui, esto ha traído cuatro carreras, una de medicina, otra de licenciatura y estamos muy contentos porque aquí están los alumnos de la comunidad, hay casi 400 alumnos”.
De igual manera, el delegado del Bienestar en la entidad Octavio Almada Palafox, no descarta más inversiones similares en otras etnias.
“Esta es la primera que está aquí en los pueblos originarios y seguramente habrá más impulso por parte de la presidenta”.
De acuerdo con el “Movimiento por la Inclusión Indígena”, se estima que un 50 por ciento de los niños y niñas de comunidades tradicionales en el país están en riesgo de abandonar sus estudios.