La calma que había logrado Claudia Sheinbaum hace unos días luego de que su par de los Estados Unidos, Donald Trump, postergara los aranceles sobre los productos mexicanos duró menos de lo esperado. Este lunes, el republicano impuso nuevas tarifas del 25% sobre todo el aluminio y acero que importa el país vecino «sin excepciones», es decir, con la inclusión de México.
El presidente norteamericano había anticipado este domingo que impulsaría nuevos aranceles contra el acero y el aluminio que los Estados Unidos importa del resto de los países del mundo. Sus dichos revivieron la tensión en los mercados y en las relaciones bilaterales con México, que es uno de los principales vendedores de estos productos en Washington. En su mañanera, Claudia Sheinbaum pidió mantener la «cabeza fría» hasta que se confirme la noticia, que finalmente ya llegó.
«Hoy simplifico nuestros aranceles sobre el acero y el aluminio. Es un 25%, sin excepciones ni exenciones», aseguró Donald Trump en el Salón Oval a la hora de firmas las nuevas órdenes ejecutivas que prometen generar una fuerte repercusión económica en todo el mundo. Por ejemplo, Francia ya emitió un comunicado dentro de la Unión Europea para responder con las mismas armas en contra de Washington y China ya adelantó que impondrá sus propias medidas económicas.
El anuncio es un fuerte revés para México y Canadá, que creían que habían logrado un acuerdo con Trump luego de que éste postergara la primera tanda de aranceles. Finalmente, el republicano impuso nuevas medidas económicas que podrían desajustar los balances dentro del T-MEC al tener en cuenta que los dos exportan importantes cuotas de acero y aluminio a Washington.
Desde el Salón Oval, Trump adelantó que con estas medidas su gobierno «va a hacer a Estados Unidos rico de nuevo» y que estos aranceles recaerán sobre todos los países «sin importar de dónde venga». «Si se produce en Estados Unidos, no habrá aranceles», explicó y completó: «Todo lo que tienen que hacer es producirlo en Estados Unidos. No lo necesitamos de ningún otro país. No necesitamos el acero de Canadá. Traeremos de regreso a nuestras industrias y nuestros empleos».