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La agencia de calificación crediticia Moody’s Ratings cambió este miércoles su perspectiva del sistema bancario de México de positiva a negativa, debido a la desaceleración económica y las tensiones arancelarias actuales con Estados Unidos.
De acuerdo con la calificadora, la banca mexicana enfrenta una desaceleración del crecimiento económico en 2025 a causa de la disminución del gasto público y cambios institucionales.
A lo anterior se suma la incertidumbre en torno a las relaciones comerciales con Estados Unidos, lo cual ha generado más tensión en la dinámica macroeconómica y podría reducir los volúmenes de negocio de los bancos.
“A pesar de los prudentes estándares de originación, los índices de préstamos vencidos probablemente aumentarán a medida que maduren los préstamos de consumo, en un contexto de moderación en el crecimiento de la cartera”, se menciona en el informe de la calificadora.
No obstante, Moody’s destacó que las reservas para pérdidas crediticias y el capital se mantienen sólidos, lo cual favorece la absorción de pérdidas.
En ese mismo sentido, la agencia prevé que el crecimiento económico de México se desacelerará de 1.5 por ciento en 2024 a 0.7 por ciento en 2025, y de 1.9 por ciento en 2026.
“El lento crecimiento se verá afectado por el recorte del gasto público tras un año anterior con amplio déficit, mayores cargas de intereses y continuas necesidades de apoyo para Pemex”, dijo.
Moody’s alerta afectación a la industria manufacturera a causa de los aranceles
Según lo detallado por Moodys’ Ratings hay varios factores actuales que contribuirán a que haya una desaceleración en el crecimiento económico del territorio nacional.
Entre las principales causas se encuentran los cambios en el sistema judicial y las entidades reguladoras, así como la incertidumbre en torno a la relación comercial con Estados Unidos.
Por lo anterior, proyectó que «los aranceles afectarían la industria manufacturera, automotriz y tecnológica de México, lo que conduciría a una depreciación del peso y repercutiría en la inflación, además de limitar nuevos recortes de tasas y la demanda de préstamos».