El trabajo de promoción de la lectura de la doctora Beatriz Gutiérrez Müller no comenzó con la llegada a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador. Con una larga carrera en el mundo de las letras, la también académica y periodista formalizó esta actividad a través de una oficina en Palacio Nacional, cuyos fondos corrían a cargo de Comunicación Social.
Otras fuentes de los recursos para el trabajo de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, en la que Gutiérrez Müller fue presidenta del Consejo Asesor Honorario, provenían de la Secretaría de Hacienda, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Fondo de Cultura Económica (FCE). Al menos esto desde noviembre de 2018.
Todo lo anterior para desembarazarse de la tradición sexista de las esposas de los presidentes a quienes se les asignaba la dirección del sistema nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), un cargo desde donde se hacía política presupuestal en los estados y se ejercía influencia para acercar temas y gestiones al Ejecutivo federal, una ventanilla para la élite.
Gutiérrez Müller, una de las tres personas a las que con regularidad AMLO pidió consejos personales y también políticos durante su sexenio (los otros dos eran Jesús Ramírez Cuevas y Julio Scherer), comandó a un pequeño equipo de colaboradores que no rebasaban la docena de personas y a quienes asignó labores de divulgación de la cultura mexicana, fomento a la lectura y publicación de obras gratuitas bajo el sello del primer gobierno de la 4T.
Y pese a que desde enero de 2023 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la extinción de la la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, fue hasta la llegada de la presidenta Claudia Sheinbaum -casi dos años después- cuando todo el personal de Presidencia, y los recursos asignados para ello, se disolvió en los hechos, encomendando a la SEP de Mario Delgado y al FCE de Paco Ignacio Taibo II el trabajo que desarrolló Gutiérrez Müller.
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Fuentes dentro de Palacio Nacional revelaron a esta redacción que la decisión para que Gutiérrez Müller no participara en política en el futuro (por ejemplo, en la Secretaría de Cultura) se selló con esa determinación de 2023. Ella misma tomó la decisión, aun cuando ya había aclarado que no se iría al retiro con AMLO en Palenque, Chiapas, sino que estudiaría obtener una residencia en Puebla o Tlaxcala, o continuar en la Ciudad de México.
Despuntando el 2025, esa oficina en Palacio Nacional ya es ocupada por trabajadores de la Secretaría de Hacienda de Rogelio Ramírez de la O y de operadores de Comunicación Social de Paulina Silva. Como López Obrador, la exprimera dama parece inmersa en su trabajo literario y en el futuro inmediato, no parece interesada en aceptar una nueva encomienda de la 4T o Morena.