El futuro presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, todavía no asumió, pero sus decisiones ya impactan en México. Esta semana, por ejemplo, el futuro de la relación bilateral empezará a conformarse en el Senado ante los procesos de confirmación que recibirán una serie de personajes claves en el vínculo fronterizo, como son los casos del candidato a secretario de Defensa, Pete Hegseth, su par de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y el canciller, Marco Rubio.
El primer caso es el del candidato a ser secretario de Defensa, el expresentador de la cadena Fox, Pete Hegseth, uno de los nombres más polémicos. Lo que más pesa en contra del veterano de las guerras de Afganistán e Irak no son sus duros posicionamientos machistas y violentos -como asegurar que las mujeres no deberían participar del campo de batalla-, sino una denuncia penal por el delito de violación.
Según trascendió luego del anuncio hecho por el propio Trump, contra el exmilitar hay una denuncia por el presunto delito de violación ocurrido en 2017 por parte de una mujer de identidad desconocida.Esto pone en duda su nombramiento, por lo que ya se especula con la nominación del actual gobernador de Florida, Ron DeSantis, para ocupar su puesto. De todas maneras, tampoco serían buenas noticias para México al tener en cuenta las duras políticas migratorias del líder del estado del sol.
El miércoles será el puesto de otra figura trascendental: Kristi Noem, candidata a ocupar la secretaría de Seguridad Nacional. Esta oficina se encarga, por ejemplo, de toda la política migratoria y del control de la frontera con México, por lo que se espera que durante su sesión detalle los planes de exportación que promueve Donald Trump. Su desafío más importante, adelantan, será la postura de senador demócrata por Arizona, Ruben Gallego, quien la podría poner en aprietos al ser una de las figuras con más conocimientos del tema del partido azul.
Por otra parte, el miércoles también serán sometidos al voto de confianza dos personas que se espera que lo reciban sin mayores problemas: la candidata a fiscal general, Pam Bondi, y el secretario de Estado, Marco Rubio. Las dos figuras cuentan con sólidos respaldos para desempeñar estas funciones y tienen una carrera vinculada a las tareas que Trump les encomendó. El puesto de la Fiscalía será importante para México porque será la encargada de llevar a cabo los procesos de extradición y el juicio contra Ismael «El Mayo» Zambada, dos temas que generan tensión con el Palacio Nacional.
Asimismo, se espera que Marco Rubio sea nombrado sin sobresaltos luego de haber hecho toda su carrera en el Poder Legislativo. Su llegada podría profundizar las duras críticas de Estados Unidos a los gobiernos progresistas del continente, especialmente contra Cuba y Venezuela, dos países con los que México mantiene contactos a pesar del malestar de Washington. Además, en el pasado el líder de Florida apuntó contra Morena y Andrés Manuel López Obrador, a quien acusó de mantener vínculos con el crimen organizado. De esta manera, en las próximas horas se empezará a tejer la relación bilateral más importante de la presidenta Claudia Sheinbaum para los próximos años.