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Rickey Henderson, miembro del Salón de la Fama y líder en bases robadas en la historia de las Grandes Ligas, ha fallecido a los 65 años de edad, según informan este sábado medios estadounidenses como Fox y New York Times.
Aunque no se ha indicado las razones de su fallecimiento, mismo que ocurrió el viernes, Henderson, de 65 años, estuvo recluido en un hospital de Oakland recibiendo tratamiento médico.
Entre los que han expresado su pesar por la muerte de Henderson, está el también miembro del Salón de la Fama de Grandes Ligas, Mike Piazza, quien fue su compañero en los Mets de Nueva York.
«Rickey Henderson era un sueño para batear detrás como compañero de equipo y una pesadilla para un receptor como oponente. Era uno de los seres humanos más generosos, histéricos y amables… Lo extrañaremos profundamente… Oraciones por su alma y su familia», público Piazza a través de su cuenta en la red social X.
En su dilatada carrera de 25 años en las Grandes Ligas, Henderson jugó para los Atléticos de Oakland, Yanquis de Nueva, Padres de San Diego, Medias Rojas de Boston, Mets de Nueva York, Dodgers de Los Ángeles, Marineros de Seattle, Angelinos de Anaheim y Azulejos de Toronto.
Henderson finalizó su carrera como el líder de todos los tiempos en carreras anotadas (2,295) y bases robadas (1406), este último impulsado por su gran velocidad, llegando a cifrar tres temporadas de 100 o más estafas, incluyendo una de 130 robos en 1982.
El histórico velocista lideró la liga 13 veces en bases robadas, mientras obtuvo cinco lideratos en carreras anotadas, además de registrar un promedio de bateo de .279, en los 3,081 juegos que disputó en su paso por la MLB.
En este recorrido, Henderson, quien es miembro del club de los tres mil imparables en las Grandes Ligas (3,055), conectó 297 jonrones y empujó 1,115 carreras.
Entre sus logros colectivos, Henderson conquistó la corona de la Serie Mundial en las ediciones de 1989, con los Atléticos de Oakland, y en 1993, con los Azulejos de Toronto.
En cuanto al aspecto individual, Henderson se llevó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1990, luego de batear para .325, con 28 jonrones y 61 carreras empujadas, mientras lideró el circuito en carreras anotadas (119) y bases robadas (65).
Henderson también ganó el premio al Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de 1989, cuando tuvo una línea ofensiva de .400, con dos jonrones, cinco carreras producidas y ocho anotadas.
El inmortal del béisbol fue seleccionado en 10 ocasiones al Juego de las Estrellas de las Grandes Ligas, ganó tres Bates de Plata y conquisto un Guante de Oro, por su labor defensiva.