Dentro de la cúpula del Partido del Trabajo hay una abierta molestia en contra de su alianza electoral con Morena. Reginaldo Sandoval, coordinador de los diputados petistas en San Lázaro, parece ser el vocero de esta tensión que ya está tomando la forma de una rebelión.
«En este momento la relación con Morena está un poco fría, congelada. Hay dos elecciones locales en Durango y en Veracruz. En el caso de Durango, vamos juntos; y en el caso de Veracruz, va solo el PT. Porque yo sigo sosteniendo que hay soberbia en Morena […]. Hay un acto de soberbia y de sentirse prácticamente invencibles», reprochó Sandoval días atrás.
La última expresión de los desacuerdos entre Morena y PT, que históricamente se han mantenido unidos (sobreviviendo al rompimiento con el extinto PRD de Los Chuchos y al distanciamiento con Movimiento Ciudadano de Dante Delgado), se vio el sábado pasado durante el Congreso Nacional del PT en la Ciudad de México.
En el acto, el senador Gerardo Fernández Noroña fue abucheado y corrido del lugar, después de que los presentes le reclamaron que llegó a su escaño en la Cámara alta por el PT y meses más tarde anunció su incorporación a la bancada de Morena. Noroña dijo que le montaron «una celada», mientras que Sandoval aclaró que «nunca le hicimos una grosería».
Lo queda claro es que comienza a despertarse un sentimiento anti-morenista entre las bases del partido que dirige Alberto Anaya desde 1990. Fuentes dentro de la cúpula de Morena alertaron a esta redacción sobre otros motivos y otros nombres que han despertado la molestia del PT, en particular el secretario particular de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Abuchearon a Noroña en el Congreso nacional del PT: «No lo merezco»
Se trata de Carlos Augusto Morales, quien de acuerdo con las fuentes consultadas habría prometido que desde enero pasado conseguiría delegaciones del IMSS y el ISSSTE en distintos estados a operadores del PT, y hasta ahora no ha cumplido. Por el contrario, ha llenado los lugares de más aliados de Sheinbaum Pardo y Luisa María Alcalde.
Esto contrasta con el buen trato de parte de Morena que ha recibido el Partido Verde, el cual se ha visto beneficiado con tres gubernaturas (San Luis Potosí con Ricardo Gallardo, Mara Lezama en Quintana Roo y Eduardo Ramírez en Chiapas), y también en la asignación de curules y escaños en San Lázaro y en el Senado de la República.
El trato es desigual y en algunos casos injusto, insisten en la dirigencia petista, que no quita el dedo en el reglón de que si no hay espacios en las gubernaturas al menos la 4T le permita tener el control alguna de las 32 superdelegaciones del Bienestar, o incluso otras delegaciones (como las del IMSS o las del ISSSTE).