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El cónclave para la elección del nuevo papa, en directo | Segunda fumata negra: las votaciones de la mañana terminan sin consenso para elegir papa | Internacional


El cónclave, al detalle | ¿Cómo se lleva a cabo el escrutinio de los votos?

Una vez que todos los cardenales electores hayan introducido su papeleta en la urna, el primero de los tres escrutadores elegidos por sorteo mueve el recipiente varias veces para mezclar las papeletas y después el último escrutador procede a contarlas. Las va extrayendo de la urna de manera visible una a una y las coloca en otro recipiente vacío. Si el número de las papeletas no corresponde al número de los electores, hay que quemarlas todas y proceder inmediatamente a una segunda votación; si por el contrario, corresponde al número de electores, se continúa el recuento de la siguiente forma: 

Los escrutadores se sientan en una mesa colocada delante del altar; el primero de ellos toma una papeleta, la abre, observa el nombre del elegido y la pasa al segundo escrutador quien, comprobado a su vez el nombre del elegido, la pasa al tercero, el cual la lee en voz alta e inteligible, de manera que todos los electores presentes puedan anotar el voto en una hoja. El mismo escrutador anota el nombre leído en la papeleta. Si alguna papeleta tiene escritos dos nombres diferentes, ese voto se considerará nulo. 

El último de los escrutadores, a medida que lee las papeletas, las perfora con una aguja en el punto en que se encuentra la palabra ‘Eligo’ y las inserta en un hilo, para que puedan ser conservadas juntas con más seguridad. Al terminar la lectura de los nombres, se atan los extremos del hilo con un nudo y las papeletas así unidas se ponen en un recipiente o al lado de la mesa. 

Concluido el escrutinio de las papeletas, los escrutadores suman los votos obtenidos por los varios nombres y los anotan en una hoja aparte.  Tanto si ha habido elección de Papa como si no, los tres cardenales revisores elegidos por sorteo controlan las papeletas y las anotaciones de los escrutadores. Justo después de la revisión, aún con todos los cardenales electores dentro de la Capilla Sixtina, los escrutadores queman todas las papeletas, asistidos por los secretarios y los ceremonieros, que vuelven a entrar en la Capilla en ese momento. 

En el caso de que se deba proceder inmediatamente a una segunda votación, las papeletas de la primera votación se reservan y se quemarán solo al final, junto con las de la segunda votación. 

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