
Fue uno de los sexenios más complicados para Juan Francisco Ealy Ortíz. La relación con Andrés Manuel López Obrador nunca se volvió a recomponer. El tabasqueño jamás perdonó las operaciones mediáticas que encabezó El Universal en su contra durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Los gestos de
El Universal
hacia EPN eran permanentes e incluyeron el despido de su entonces director editorial, Francisco Santiago Guerrero, quien le había roces en la relación con Los Pinos con la publicación de las presuntas irregularidades en la selección del Comité Ciudadano del Sistema Nacional Anticorrupción.
AMLO comprendía ese juego de sumisión de los medios ante el poder, una hábito que incluso volvió peñista a Federico Arreola. Pero el tabasqueño no le perdonaba a Ealy Ortíz la operación de Eva Cadena. Esos ataques -sobre todo después de la herida que causó el video escándalo de Bejarano) eran un límite infranqueable con López Obrador.
El dueño de El Universal tuvo con AMLO el mismo gesto que con otros gobiernos: en medio de la transición del 2018 uno de sus editores publicó la foto del hijo menor del tabasqueño y Ealy Ortíz lo corrió inmediatamente. El mandatario electo pidió públicamente la reincorporación de los trabajadores despedidos. Lo dejó otra vez en off side.
Ealy Ortíz impulsa a Paola Félix para acercarse a Sheinbaum y mejorar su nexo con la 4T
Más tarde se enfrentaría al mega escándalo de la detención en Guatemala, cuando viajó junto a Paola Félix en un avión privado a la boda de Santiago Nieto. Los demoraron por los 35,000 dólares que llevaban en efectivo. Otro escándalo que complicó la relación con AMLO.
Con toda esa historia sobre sus hombros, en los últimos tramos del gobierno de AMLO, Ealy Ortíz había tomado la decisión de analizar una venta de su periódico. Y apareció rápido un interesado: Jorge Nacer Gobera, el dueño de otro periódico: El Economista.

Pero Ealy Ortíz fue encontrando un acercamiento con Morena y el war room de Sheinbaum a través de las encuestas de Buendía & Márquez. Los resultados que publicaban periódicamente en El Universal (muy precisos, por otra parte) en medio de la guerra de las corcholatas abrieron un nuevo canal comunicante con el segundo piso de la 4T.
Así fue que, en paralelo, una de las herederas de Ealy Ortíz, María Teresa Ealy Díaz, logró hacer pie en San Lázaro. La joven es activista por los derechos de las mujeres y consiguió mucha visibilidad en temas de la lucha contra la violencia de género. Esa cuota que Morena le dio al empresario de medios lo convenció de frenar la venta de su periódico y volver a un contenido más «suave».
María Teresa construyó una alianza en San Lázaro con Gaby Jiménez. Y en las últimas semanas empujan el desafuero de Cuauhtémoc Blanco por presunta violación, incluso después que ayer la Sección Instructora calificara como improcedente la solicitud.
Gaby Jiménez y María Teresa Ealy aseguran que juntarán los votos de todas las mujeres del pleno (incluidas las diputadas del PAN, MC y PRI) para revertir la decisión de la Sección Instructora. La apuesta preocupa a Ealy Ortíz porque no «hay línea» de Palacio respecto al desafuero de Cuauhtémoc Blanco. El empresario teme que su hija le meta un ruido innecesario a su relación con la 4T, después de seis años de estar relegado del poder.