
Ceci Flores fundó el colectivo Madres Buscadoras de Sonora en 2019, tras la desaparición de dos de sus hijos en esa entidad, y durante los últimos seis años se ha convertido en una de las principales figuras de la lucha por la búsqueda de los desaparecidos a través de redes sociales y ha sido protagonista de diversos hallazgos de fosas clandestinas por todo el país.
Sin embargo, la activista no ha estado exenta de controversias derivadas de su labor y en las últimas semanas ha acusado una campaña de desprestigio en su contra.
En 2022, la madre buscadora presentó una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos contra Alejandro Encinas, entonces subsecretario de Derechos Humanos, así como la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), por incumplir la ley al exponer información confidencial en aras de desvirtuarla, estigmatizarla y revictimizarla.
La activista exigió a Adán Augusto López, entonces secretario de Gobernación, la renuncia de Encinas, lo que el ahora titular de la Secretaría de Planeación y Ordenamiento Territorial en el gobierno capitalino de Clara Brugada nunca hizo.
Ante la falta de diálogo por parte de Adán Augusto, Ceci Flores intentó mantener una conversación con el presidente Andrés Manuel López Obrador para abordar el tema de desaparecidos, sin embargo, este se rehusó.
Por ello, el 18 de marzo pasado, la activista acudió a las puertas de Palacio Nacional para entregarle al presidente la pala con la que busca a sus hijos y a exigirle que se haga cargo de encontrar a los miles de desaparecidos que existen en el país.
“Ah, pues aquí que me la entregue, que me la deje aquí”, dijo con desdén el exmandatario ese día en su conferencia matutina, cuando los reporteros le informaron que la activista se encontraba afuera de Palacio Nacional para entregarle lo que ella denominaba «la pala de mando», en alusión al bastón de mando que en su momento recibió López Obrador.
Acusa campaña en su contra
En días recientes, Ceci Flores ha denunciado que hay una «campaña coordinada» en su contra, después de que sus publicaciones fueran respondidas con fotografías de sus hijos con armas y los acusaran de tener presuntos vínculos con el crimen organizado.
«No están descubriendo el hilo negro de mi vida, siempre he dicho que a la realidad hay que verla de frente y luchar contra ella, por eso escribí todo un libro hablando de mi historia y la de mis hijos», escribió en su cuenta de X.
De acuerdo con la activista, uno de sus hijos «tomó la tonta decisión de servir a un grupo criminal», mientras que el otro salió de su casa y nunca regresó.
Además, hizo un llamado a no revictimizar a los desaparecidos y afirmó que si en algún momento alguien comete un delito «debe de estar preso, no muerto o desaparecido».
Madres buscadoras se deslindan de su colectivo
También colectivos de búsqueda han decidido no respaldar a Ceci Flores a lo largo de los años. Recientemente, 11 colectivos de buscadoras en Sonora lo hicieron después de que cuestionara a Guerrero Buscadores de Jalisco, la agrupación que halló restos humanos en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco.
«Los colectivos que firmamos este comunicado hemos trabajado honestamente con transparencia hacia las familias de nuestros desaparecidos, no tenemos nexos con ningún grupo delictivo y trabajamos para sacar nuestras búsquedas adelante», dice el escrito difundido a principios de semana.
El comunicado fue difundido después de que Ceci Flores afirmara que el colectivo Guerrero Buscadores de Jalisco alteró las cifras de lo encontrado en la finca y acusó a Indira Navarro, líder de la organización, de mentir y robar a los colectivos de madres buscadoras, además de ponerlas en riesgo.
Conflicto con la fiscalía de CDMX
Otro episodio controvertido ocurrió después de encontrar restos óseos en el Cerro de las Tres Cruces, en la Ciudad de México, cuando la fiscalía capitalina la acusó de violar todos los protocolos antes de que arribara el primer respondiente, pues dijo que los “indicios fueron manipulados, alterados, y después abandonados”, asegurando que se trataba de animales muertos.
En ese episodio, colectivos de madres buscadoras de la Ciudad de México desacreditaron el hallazgo y expresaron sus recelos por la incursión de la activista sonorense en lo que consideraban era territorio propio.
La activista también ha acusado en diversas ocasiones que grupos criminales la han amenazado de muerte por sus labores de búsqueda.
Cuando la buscadora desapareció
En junio del año pasado, las redes de activistas y buscadores se agitaron cuando Adrián LeBarón informó que había dejado de tener contacto con Ceci Flores alrededor de la 1:45 de la madrugada del día 17 y lo último que se sabía de ella era que iba rumbo a una casa en Querétaro.
La búsqueda comenzó, con el impedimiento de que la dirección de dicha casa era desconocida, pues estaba concebida para su resguardo y protección.
Cuando por fin dieron con el lugar, comenzaron a circular reclamos porque personal del Mecanismo de Protección no ingresaba al domicilio debido a que primero había que cumplir con un trámite legal, motivo por el que recibió múltiples críticas.
Finalmente, funcionarios y personal médico ingresaron a la casa, donde la encontraron descompensada por una deshidratación, por lo que fue internada por un cuadro de salud delicado, para obtener el alta unos días después y así seguir con su lucha pese a toda controversia.