
Luego de que los cardenales no escogieron al nuevo Papa durante el primer día de cónclave, se volverán a encerrar durante este jueves 8 de mayo.
En este periodo, votarán 4 veces: dos durante la mañana y dos durante la noche. Luego los votos son quemados y el humo negro indica que no hay acuerdo; el blanco «habemus papam».
Si luego de tres o cuatro días de reuniones, doce o trece votaciones, no se ponen de acuerdo, las sesiones se suspenderán por un día.
La continuidad del cónclave, desde ese momento de pausa, alternará en los días siguientes ciclos de siete votaciones y recesos.
En la sexta y séptima jornada los cardenales llevarán a cabo otras siete votaciones y, si no hay acuerdo, en la última tarde harán otro descanso. Ya habrían acumulado entre 19 y 20 votos.
Luego se volverá a votar hasta un máximo de otras siete ocasiones, en lo que sería ya su octavo y noveno día. El escrutinio ya se habrá repetido 26-27 veces.
Los días diez y once, los purpurados volverán a votar otras siete veces. En ese momento, si no han elegido un nuevo papa, el cónclave ya sumará un total de 34 votaciones. Las negociaciones parecerán atascadas y la legislación vaticana propone una solución tajante.
Un cardenal es escogido como Papa si logra el respaldo de las dos terceras partes de los cardenales, es decir, de 89 de 133.
El papa Francisco fue elegido en la quinta votación en el 2013; Benedicto XVI en 2005 en la cuarta y Juan Pablo II en 1978 en la octava.