El domingo pasado en la tarde Layda Sansores viajó desde Tuxtla Gutiérrez a la Ciudad de México en un vuelo comercial operado por Aeroméxico. Se sentó al lado del secretario de Organización de Morena, Andy López Beltrán. Regresaban de la toma de protesta de Eduardo Ramírez como gobernador y eludieron los asientos premier.
A lo largo de todo el trayecto, Sansores realizó un alegato en defensa de su decisión de sumar al gobierno de Campeche al panista Jorge Lavalle, vilipendiado por su papel en la trama Odebrecht.
Según la gobernadora, Lavalle, que es de Campeche, puede conseguirle apoyos del voto no morenista, que es algo clave para que la 4T no pierda las elecciones en 2027 ante una probable unidad del PRI y MC. Sansores dice además que Lavalle podría colaborar en la meta de Andy de sumar militantes a Morena en la entidad.
Algo más: la impresión que dejo Sansores en la cúpula morenista es que hasta maneja la posibilidad de que sea Lavalle quien gestione la próxima campaña. Por eso, a pesar de que Claudia Sheinbaum dice que nunca hubiera invitado a su staff a Lavalle, el funcionario no renuncia y sigue en su puesto.
Lavalle y su familia se han beneficiado de diversos negocios con el gobierno de Sandores y el acuerdo sería que el expanista maneja la sucesión en Campeche a través de un candidato de corte ciudadano que sea apoyado por el morenismo y otros partidos.