Aitana acudió este jueves por décima vez a El hormiguero —miembro, por tanto, ya del club platino del programa de Pablo Motos, como Elsa Pataky, que fue la víspera— y se disfrazó de repartidora para una cámara oculta con sus fans.
En las imágenes se ve como la artista acudió a varios domicilios como repartidora a domicilio con casco. Los fans no sabían nada, solo que si dejaban que les grabasen, les darían una pizza gratis.
“¿No sé si una era pizza o si preferías el disco?“, preguntó Aitana justo después de descubrir su cara en la puerta de la vivienda de una de sus fans, que se llevó la mano a la boca. ”Claro, es que voy a sacar disco y he venido a traértelo», dijo la artista en otra de las ocasiones tras entregar el vinilo de su nuevo trabajo dentro de una caja de cartón. Sus seguidoras, todas chicas en este caso, la abrazaron, incluso lloraron. “Tengo una Nancy como de ti”, le dijo una de las más jóvenes. “Nos conocimos por ti y ahora somos amigas inseparables”, explicaron dos amigas. Una de las dos llamó a su padre por teléfono para contarle lo que estaba pasando: “¡Papá, ha aparecido Aitana en mi casa!”.
“Os lo agradezco mucho. Nunca había ido a la casa de una fan y había visto un póster de mi cara. Experimenté algo cercano, fue brutal conocerlas, no pudieron ser más monas. Gracias por el regalo que me hicisteis”, dijo Aitana al programa de Antena 3. El hormiguero ya había hecho algo parecido antes cuando Rosalía se disfrazó y fingió ser reportera en la calle. En aquella ocasión, la autora de Malamente y Motomami grabó un vídeo de incógnito y preguntó a los viandantes de Madrid qué opinaban sobre ella y sobre su música. En su caso, muchos la reconocieron.
El cuarto azul de Aitana
Este viernes se ha publicado Cuarto azul, el último disco de Aitana. Un álbum que cuenta con 19 canciones y que presentó en una listening party —una quedada para escuchar las canciones, previo pago— ante 13.000 fans en el Movistar Arena el pasado martes.
“Estoy nerviosa, pero lo finjo”, fue lo primero que dijo Aitana en su décima entrevista en El hormiguero. La cantante explicó que está mucho mejor de su depresión, que se sigue medicando y que es algo por lo que todavía está pasando: “Pasé un año muy fuerte a nivel mental, estuve haciendo este disco, esto no se cura de un día para otro. En Navidad empecé a estar mejor”. De todo eso ha hablado en la serie documental Metamorfosis, en Netflix. “No soy la chica perfecta ni quiero serlo. Quiero enseñar que soy vulnerable”, decía al hilo del lanzamiento, en una entrevista con EL PAÍS.
Su estado anímico también se refleja en su último trabajo, Cuarto azul. “El disco tiene dos partes, la oscuridad que se refleja en la ansiedad, la rabia, la frustración, y la depresión, y luego todo lleva a la luz y a curarte en el cuarto azul y a volver a mis principios”, explica. Este cuarto azul es la habitación en la que creció hasta que cumplió nueve años.
Aitana relató que fue en medio de la grabación de su documental con Netflix cuando empezó a estar mal: “No me diagnosticaron depresión hasta después de grabarlo. Es una condición médica real, no es solo estar triste”. Además, agradeció haber asistido a terapia, algo que no conocía: “No quería medicarme, pero al final eso solo te regula, en ese momento me ayudó mucho”. Y contó cuál fue la clave que le dijeron en terapia: “Esto pasará, pero tienes que no intentar que pase, solo vivirlo con la calma e ir curándote”.
“Este disco es muy real, son cosas que he vivido y he sentido”, explicó Aitana a Motos. La cantante catalana se definió como una persona vulnerable, normal, muy controladora, organizada, perfeccionista, con muchos miedos y que se ha equivocado mucho: “La he cagado bastante, de algunas cosas me arrepiento, pero tampoco lo cambiaría porque me ha hecho ser mejor persona”. En este sentido, destacó una de sus nuevas canciones, la colaboración que tiene con Alaska: La chica perfecta. “Es una cosa que sin querer yo he hecho mal, he intentado todo el tiempo eso, caer bien, gustar a todo el mundo, me daba pánico que me criticasen. He querido seguir esa línea de perfección, ahora no quiero ser perfecta”, sentenció.