Escrito en MÉXICO el
Hoy, Carolina Hernández expone en su videocolumna la crueldad detrás del espectáculo de delfines en el Hotel Barceló Grand Maya Resort, donde estos mamíferos marinos son obligados a realizar trucos antinaturales hasta 50 veces al día, mientras las autoridades federales, como Semarnat y Profepa, han ignorado por años las denuncias sobre las condiciones inhumanas en que viven.
Hernández critica el papel de la empresa Dolphinaris, encargada del delfinario, que tras la viralización de un video atroz intentó minimizar los hechos asegurando que la grabación es de 2020 y que el delfín involucrado reside en otra instalación; además, advierte que las normas que regulan los espectáculos con delfines han sido diseñadas por las mismas compañías que lucran con su explotación, lo que perpetúa la simulación de regulaciones sin impacto real en el bienestar animal.
La analista subraya que en México más de tres mil delfines permanecen en cautiverio para beneficio de una multimillonaria industria turística y señala que, ante la negligencia oficial, la presión social es clave para frenar esta práctica.