La semana pasada Alejandro Moreno Cárdenas le organizó una buena recepción en San Lázaro a Pablo Lemus, que mañana viernes asumirá la gubernatura de Jalisco. El dirigente del tricolor le prometió apoyos en materia de gestión presupuestal en la Cámara de Diputados. El objetivo de largo plazo es tender puentes con MC para buscar armar un gran polo opositor.
Y es que Alito entiende que el momento de debacle que atraviesa la oposición tiene que ver con la división del voto no morenista entre el Frente PRI-PAN y MC. En privado comenta que días atrás dialogó con el expresidente español Felipe González y que llegó a la conclusión de que una gran alianza opositora es el único mecanismo para hacer frente a Morena.
Es un camino que de momento suena complejo. Jorge Álvarez Máynez asumió este jueves la conducción del partido naranja y de momento no suelta su tónica contraria al tricolor.
Al contrario, el excandidato presidencial luce, por momentos, muy cerca de la 4T en el aspecto programático. Para Álvarez Máynez asociar a MC a una marca como el PRI es un camino de retrocesos.
Debe decirse: Moreno Cárdenas está muy desprestigiado en materia de estrategia electoral por lo sucedido con la candidatura de Xóchitl Gálvez. Todos sus pronósticos se estrellaron contra la realidad avasallante del triunfo de Claudia Sheinbaum. Cada vez que el dirigente habla del 2027 lo primero que recuerdan sus interlocutores fue lo sucedido el pasado verano.
Como sea, ante un Álvarez Máynez distante, Alito intenta una sintonía con Lemus, que llega al gobierno en Jalisco con planes de transversalidad al punto que su gabinete contiene a diferentes grupos de MC, al PAN y hasta habrá una dependencia para una referente del PRI.
El dirigente del PRI insiste en que con un mecanismo de alianzas es factible obtener buenos triunfos en la elección de medio termino a la cual Sheinbaum llegará, considera, agotada por cuestiones de desempeño macroeconómico y seguridad.
Esa táctica en MC es resistida además por el gobernador de Nuevo León Samuel García, que tiene un conflicto personal con Francisco Cienfuegos, el hombre de Alito en la política de la entidad norteña. En paralelo, los acuerdos de Samuel están con el morenismo, tal como se vió en la última visita presidencial a Monterrey.
Pero son horizontes lejanos. El futuro cercano luce desolador para esos cálculos. El año que viene se vota en municipio de Veracruz, donde Morena se encamina a arrasar y también en Durango, uno de los dos estados que le quedan al PRI y donde se menciona que el gobernador Esteban Villegas ya tendría acuerdos con Palacio Nacional.